Trabajan conservación del agave para destilado Flammam
El Laboratorio de Conservación In Vitro de Agave de Nuevo León de la UANL está enfocado a la investigación, normatividad, comercialización y posicionamiento del destilado de agave en mercados nacionales y mundiales.
La Facultad de Ciencias Biológicas (FCB) se suma a la iniciativa universitaria del destilado de agave Flammam con el propósito de fortalecer la conservación y el desarrollo sostenible del agave en Nuevo León.
En colaboración con la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y la Secretaría de Economía del Estado, se constituye el Laboratorio de Conservación In Vitro de Agave de Nuevo León (FCFM-FCB) en el Observatorio Astronómico Universitario, espacio dedicado a la investigación, preservación y reproducción de especies nativas.
De esta manera también se garantiza la disponibilidad del agave para futuras generaciones y se asegura el abastecimiento de materia prima para la producción del destilado en la región.
un referente en la industria, fortaleciendo a los pequeños y medianos productores a través de la capacitación, la innovación tecnológica y el desarrollo de procesos sustentables.
Con el respaldo institucional de la UANL y la Secretaría de Economía, el proyecto impacta en múltiples áreas, desde el impulso a la economía local y la generación de empleos hasta el fomento del turismo en las zonas productoras.
Asimismo, se promueve el desarrollo de un ecosistema integral que abarca investigación científica, normatividad, comercialización y posicionamiento del destilado de agave de Nuevo León en mercados nacionales e internacionales.
Desarrollo tecnológico innovador
Ruth Amelia Garza Padrón, líder del Cuerpo Académico de Biología Celular y Genética y Jefa del Laboratorio de Micropropagación, junto con Diana Massiel Aceves Agüero, doctora en ciencias con especialidad en química de productos naturales, encabezan este innovador proyecto de preservar las especies de agave utilizadas en la producción de mezcal y evitar su sobreexplotación.
Es así como el Laboratorio de Micropropagación de la FCB forma parte del proyecto del destilado de agave Flammam de la UANL que encabeza Eduardo Pérez Tijerina, investigador SNII Nivel III de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas.
La importancia de la conservación
Las investigadoras enfatizan que la producción del destilado emplea especies autóctonas de la región, lo que podría afectar la población natural de estos agaves.
“Una de las ideas detrás de la micropropagación es generar plantas continuamente para no afectar las plantas de la región y evitar agotar el recurso. El agave tarda mucho en crecer y tememos que el tiempo no nos alcance para recuperar los ejemplares que se utilicen”.
Diana Massiel Aceves Agüero
Doctora en ciencias con especialidad en química de productos naturales
El desafío principal radica en que el agave solo produce semillas al final de su ciclo de vida, “ahora, con lo que ya tenemos de semilla, estamos reproduciendo el agave en laboratorio, producción in vitro”, añadió.
Un avance biotecnológico eficaz
Gracias a las técnicas de cultivo de tejidos, las investigadoras pueden utilizar diversas estructuras de la planta para su propagación.
“Nuestra experiencia nos ha llevado a trabajar con semillas y recientemente nos proporcionaron semillas de especies locales de agave. Con este material, hemos logrado obtener plántulas desde julio pasado, sentando las bases para futuras siembras masivas”.
Ruth Amelia Garza Padrón
Líder del Cuerpo Académico de Biología Celular y Genética y Jefa del Laboratorio de Micropropagación
Las especies de agave en estudio incluyen el Agave aspérrima y Agave gentryi (de Iturbide); este estudio también contempla trabajar con el Agave montana (proveniente de El Infiernillo, Galeana).
“Al final, se producirá el agave para el mezcal, pero también consideramos introducir ejemplares maduros en la zona para su reforestación”, aseguró Aceves Agüero.
Trabajo en laboratorio y retos futuros
El Laboratorio de Micropropagación de la FCB, creado en 1995, ha trabajado con diversas especies vegetales, incluyendo cactáceas y plantas con impacto medicinal.
“El agave con el que se está iniciando este trabajo de producción en laboratorio ha sido muy accesible y ha respondido bien a nuestras técnicas”, explicó Garza Padrón.
El proceso inicia con la desinfección de la semilla para evitar contaminación.
“Trabajamos con cualquier estructura de la planta, pero antes de manipularla en condiciones estériles, debe pasar por un proceso de limpieza con soluciones a diferentes concentraciones”.
Ruth Amelia Garza Padrón
La semilla representa una ventaja sobre otros métodos, ya que es más fácil de manejar sin comprometer su viabilidad. El equipo ha logrado obtener plántulas asépticas y ahora trabaja en replicarlas a mayor escala.
“La ventaja de la biotecnología es que podemos manipular las fitohormonas de la planta para acelerar su producción. De una sola planta podríamos generar muchas más, sin esperar los 30 años que tarda en florecer de manera natural”, detalló la científica.
Hacia una producción sostenible
El trabajo de las investigadoras no solo busca preservar el agave, sino también garantizar su diversidad genética.
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