México rescata un empate dramático ante Corea del Sur en un partido de altibajos
En un encuentro lleno de emociones y giros inesperados, la Selección Mexicana logró rescatar un empate 2-2 frente a Corea del Sur en los minutos finales del partido, en un duelo que demostró la tenacidad del equipo dirigido por Javier Aguirre.
Primer tiempo de réplicas inmediatas
El partido comenzó con un ritmo intenso, donde ambos equipos buscaron la iniciativa pero encontraron una férrea resistencia en la medular, manteniendo una lucha cerrada por el control del juego. La primera señal de peligro llegó de los pies de Oh Hyeon-Gyu, cuyo remate rozó el poste, sacudiendo a la defensa mexicana.
La respuesta del Tri no se hizo esperar. Al minuto 22, la experiencia de Raúl Jiménez se hizo presente. El delantero, con un cabezazo magistral, conectó un centro preciso enviado desde la banda por el joven Rodrigo Huescas, abriendo el marcador y desatando la euforia entre los aficionados.
Sin embargo, la ventaja fue efímera. Aprovechando un desliz defensivo mexicano, la estrella surcoreana Son Heung-Min apareció con la frialdad de un crack para definir frente al portero Luis Ángel Malagón y devolver la paridad al marcador aún en el primer tiempo.
Segundo tiempo y un remate final agónico
El complemento estuvo marcado por la mayor posesión y peligro del conjunto asiático, que encontró su recompensa a 16 minutos del final. Oh Hyeon-Gyu, nuevamente como protagonista, completó una jugada al interior del área para vencer a Malagón y poner el 2-1 que parecía sentenciar el partido.
Con el reloj en su contra, México lanzó todo hacia adelante en busca del milagro. La persistencia tuvo su premio en el tiempo de descuento. En el minuto 90+4, Santiago Giménez emergió como el héroe inesperado al empujar el balón al fondo de las redes, asegurando un punto de oro para el Tri en el epílogo de un partido trepidante.
Antecedentes y contexto histórico
Este resultado refuerza una estadística favorable para México en el historial frente a los llamados “Tigres de Asia”. En 15 encuentros oficiales, la selección mexicana suma ocho triunfos, cinco derrotas y dos empates. Dos de esas victorias son particularmente memorables, ya que ocurrieron en la fase de grupos de Mundiales: Francia 1998 (3-1) y Rusia 2018 (2-1).
El empate no solo significa un resultado numérico, sino que deja valiosas lecciones sobre la capacidad de reacción del equipo y subraya el espíritu de lucha que caracteriza a la selección, incluso en tierras lejanas.
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