Ante una Agenda Aplastante, Rayados se Juega el Fichaje en el Mercado de Invierno
La directiva de Rayados de Monterrey enfrenta un desafío ineludible en el mercado de fichajes invernal. La razón es clara y apremiante: el primer semestre de 2026, previo a la Copa del Mundo, presentará una carga de partidos monumental para el equipo albiazul, lo que exige una ampliación urgente y significativa de su plantilla actual, considerada insuficiente para el reto que se avecina.
El calendario proyecta una exigencia física extrema. Si Monterrey avanza hasta las instancias finales tanto del Torneo Clausura 2026 como de la Concachampions, la escuadra podría enfrentar hasta 32 partidos en un lapso de apenas 141 días, un promedio de un encuentro cada cuatro días. Este maratón futbolístico inicia el 9 de enero y se extendería hasta las finales de mayo, combinando la intensidad de la liga doméstica con la alta competencia continental.
Actualmente, el club opera con una nómina ajustada de 24 jugadores, una cifra claramente corta para navegar una doble competencia de alto nivel. Un ejemplo ilustrativo es febrero de 2026, mes en el que podrían disputarse hasta siete compromisos entre Liga MX y Concachampions, similar a la carga vivida en el mismo mes de 2025.
La necesidad de refuerzos se ve agravada por varios factores clave. En primer lugar, la posible ausencia de Germán Berterame. Si el delantero es convocado con la Selección Mexicana para el Mundial, se perdería la Liguilla del Clausura, obligando al equipo a buscar un atacante de recambio que pueda llenar ese vacío decisivo.
En segundo término, la defensa central exige atención inmediata. Con la jubilación de Héctor Moreno y la no renovación de Sergio Ramos, Rayados debe fichar, al menos, un defensa central experimentado para mantener la solidez en su línea zaguera.
Adicionalmente, la estructura del calendario internacional juega en contra. Solo está programada una fecha FIFA en marzo de 2026, lo que significa que los equipos prácticamente no tendrán pausas para descansar o recuperar a sus seleccionados, concentrando una cantidad inusual de partidos en pocas semanas.
Finalmente, el riesgo inherente de lesiones en un plantel tan reducido hace imperativo contar con mayor profundidad. Con apenas 24 hombres, cualquier baja por lesión o sanción puede generar un desgaste crítico en el resto del grupo.
Ante este panorama, la conclusión es contundente. Los albiazules no solo necesitan reforzarse en términos de calidad, sino, sobre todo, en cantidad y profundidad. La directiva tiene la tarea de trabajar a contrarreloj para construir una plantilla amplia y competitiva que pueda soportar el maratón de partidos y mantener vivas sus aspiraciones en ambos frentes. El mercado de invierno se presenta, así, como una jugada estratégica determinante para el éxito del club en 2026.





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